Los transtornos ligados al estrés (como la depresión y la ansiedad) en nuestras sociedades occidentales es bien conocida.
Los estudios clínicos sugieren que entre el 50 y el 75% de todas las visitas al médico están motivadas sobre todo por el estrés.
Aunque los problemas de estrés, ansiedad y depresión no hacen sino aumentar, la mayoría de los medicamentos más utilizados en los paises occidentales son los antidepresivos, ansiolíticos y somníferos solos o en conjunción con el psicoanálisis.
Un estudio de Harvard ha mostrado que la mayoria de los estadounidenses prefieren los llamados métodos "alternativos y complementarios", para aliviar su sufrimiento, frente a medicamentos o a una terapia convencional.
El psicoanálisis pierde terreno, su crédito se va agotando tanto entre el público como entre los especialistas, porque no ha demostrado de manera suficientemente clara su eficacia.
El Doctor "Servan-Schreiber" en su libro Curación Emocional describe una experiencia personal que le forzó a enfrentarse al dilema:
"Una amiga de la infancia me explicó cómo se había recuperado de un episodio depresivo lo suficientemente serio como para destruir su matrimonio.
Había rechazado los medicamentos propuestos por su médico y se había dirigido a una especie de sanadora que le había tratado mediante una técnica de relajación parecida a la hipnosis, que le permitió revivir antiguas emociones rechazadas.
Con dicho tratamiento no solo ya no estaba deprimida, sino que por fin se sintió liberada del peso de - 30 años pasados - sin lograr despedirse de su padre, desaparecido cuando mi amiga tenía solo 6 años.
De repente recobró una energía, ligereza y claridad de acción desconocida y espectaculares para ella hasta ese momento.”
A pesar de todo mis años estudiando el cerebro, el pensamiento y las emociones, especializandome en psicología científica, en neurociencia, en psiquiatría y psicoterapia, no había visto nunca unos resultados tan espectaculares en tan corto espacio de tiempo, dijo Schreiber.
Estos son mecanismos de autocuración presentes en el espíritu y el cerebro humanos y han sido aprovechados, desde los inicios de la humanidad, - se sabe con certeza que los egipcios potenciaban e inducían a los enfermos mentales a la practica de la actividad artística - como formas y manera de autocuración, elevación y crecimiento, creando en el tiempo unas técnicas cada vez más sofisticadas e interrelacionadas entre sí para crear y potenciar un estado, un diálogo con el insconsciente ( personal y colectivo) y ayudarnos a conectarnos con la energía personal y universal - ¿Dios ? -. Pudiendo así resolver los traumas, los problemas, las incógnitas; a recuperar la sanidad, la cordura, acallar el ego, reducir la dualidad, conseguir la unidad, elevarnos y entrar en contacto con una realidad superior, una realidad transpersonal y transcendente…………sanar, evolucionar, integrar, comprender, desbloquear la energías paralizadas y paralizantes, conseguir nuevamente los ritmos naturales………la luz y la iluminación.
El mundo espiritual es la dimensión invisible, que nos abre a nuestra verdadera raiz y esencia; no se vé pero sus efectos son tangibles.
Y ¿como se accede a esta dimensión espiritual?
Se accede de forma espontánea de una corazonada; ya que "El corazón posee razones que la razón ignora".
Las intuiciones pueden ser provocadas, llamadas, invocadas, desarrolladas y practicadas a través de la meditación (de varios tipos) y de su practica continua.
Las intuiciones nos ponen en un estado de "inspiración, revelación, creatividad...es como si nos soplaran al oido, nos sugieren y nos sumerge en estados de conciencia profundos, en los cuales nos sentimos conexionados, despertando, emergiendo, floreciendo.......experimentamos la iluminación, la renovación, y la expansión "
El Popol-Vuh, recomienda "que cuando no sepas que camino tomar, toma el camino del corazón" pues "No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos".
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