miércoles, 23 de mayo de 2012

Psicología del color, II


Las civilizaciones antiguas creían en la influencia del color sobre los seres humanos. 

Imagen.Julio Castellano

Si bien la psicología del color es un área relativamente nueva de la investigación científica, las civilizaciones antiguas creían en la influencia del color sobre los seres humanos. 
Tanto en China como en el antiguo Egipto y en la India se usaba la cromoterapia para curar diversas dolencias. El color tuvo además incidencia en la psicología humana desde tiempos remotos, circunstancia que se expresaba y sintetizaba simbólicamente. 
Entre muchos ejemplos, en la antigua China los puntos cardinales eran representados por los colores azul, rojo, blanco y negro,  reservando el amarillo para el centro. (por tanto, el amarillo fue tradicionalmente el color del imperio chino).
De igual forma, los mayas de América central relacionaban Este, Sur, Oeste y Norte con los colores rojo, amarillo, negro y blanco respectivamente. 
En Europa los alquimistas relacionaban los colores con características de los materiales que utilizaban, por ejemplo rojo para el azufre, blanco para el mercurio y verde para ácidos o disolventes.
La expresión de los colores desde el punto de vista psicológico indica que parece haber general acuerdo sobre el hecho de que cada uno de los colores posee una expresión especifica. 
La investigación experimental sobre el tema no abunda, las descripciones de Goethe de los colores constituyen todavía la mejor fuente.
No solo la apariencia de un color depende grandemente de su contexto en el espacio (que es lo que le rodea)  y en el tiempo, es también necesario saber a que tinte preciso se hace referencia, a que valor de claridad, y a que grado de saturación. 
A todos nos sensaciona el color y cada uno tiene sus propias ideas sobre antipatías o simpatías, gusto o desagrado sobre aquel o este color, pero de manera general, todos percibimos una reacción física ante la sensación que produce un color, como la de frío en una habitación pintada de azul o la de calor en otra pintada de rojo.
En la psicología de los colores están basadas ciertas relaciones de estos con formas geométricas y símbolos. 
Los colores se agrupan en dos tipos distintos: 

Los colores positivos o activos que “causan una actitud animada, emprendedora, activa”. Estos colores son el amarillo, el naranja y el rojo amarillento.
Los colores negativos o pasivos “se adaptan a un humor intranquilo, maleable, apasionado, tierno y lleno de emoción. Estos colores son el azul, el azul rojizo y el rojo azulado.

Aunque estas determinaciones son puramente subjetivas y debidas a la interpretación personal, todas las investigaciones han demostrado que son corrientes en la mayoría de los individuos, y están determinadas por reacciones inconscientes de estos, y también por diversas asociaciones que tienen relación con la naturaleza. 

El amarillo es el color que se relaciona con el sol y significa luz radiante, alegría y estimulo. 
El rojo esta relacionado con el fuego y sugiere calor y excitación.
El azul, color del cielo y el agua es serenidad, infinito y frialdad. 
El naranja, mezcla de amarillo y rojo, tiene las cualidades  energetizantes de estos, aunque en menor grado. 
El verde, color de los prados húmedos, es fresco, tranquilo y reconfortante.
El violeta es madurez, y en un matiz claro expresa delicadeza. 

En estos seis colores básicos se comprenden toda la enorme variedad de matices que pueden ser obtenidos por las mezclas entre ellos y también por la de cada uno con blanco y negro; cada una de estas variaciones participa del carácter de los colores del cual  proceden, aunque con predominio de aquel que intervenga en mayor proporción. 

El blanco es pureza y candor , el negro tristeza y duelo,  el gris resignación, el pardo madurez, el oro riqueza y opulencia, y la plata nobleza y distinción.

Blanco: Es el que mayor sensibilidad posee frente a la luz. Es la suma o síntesis de todos los colores, y el símbolo de lo absoluto, de la unidad y de la inocencia, significa paz o rendición. Mezclado con cualquier color reduce su croma y cambia sus potencias psíquicas, la del blanco es siempre positiva y afirmativa. Los cuerpos blancos nos dan la idea de pureza y modestia. 

Gris: No es un color, sino la transición entre el blanco y el negro, y el producto de la mezcla de ambos. Simboliza neutralidad, sugiere tristeza y es una fusión de alegrías y penas , del bien y del mal. 

Negro: Símbolo del error y del mal. Es la muerte, es la ausencia del color. Estiliza y acerca. 

Numerosos test selectivos han demostrado que el orden de preferencia de los colores es el azul, rojo y verde, los amarillos, naranjas y violetas ocupan un segundo plano en el gusto colectivo, las mujeres sitúan el rojo en primer lugar, y los hombres el azul.

El test psicométrico de Lüscher fue ideado por Max Lüscher para evaluar el estado psicológico de una persona, su habilidad para soportar el estrés y para comunicarse.
Lüscher descubrió que la percepción del color es objetiva y compartida por todos, pero que las preferencias de cada ser humano eran únicas y subjetivas, de forma que éstos podían ser analizados usando el test de color.
Newton presentó un modelo sobre los colores basado exclusivamente en experimentos, ecuaciones y axiomas matemáticos. 
Cuando Goethe leyó a Newton, el poeta pudo completar aquello que el físico sólo había vislumbrado. La naturaleza como ecuación se vio así colmada por la naturaleza como comparación. La teoría de los colores de Goethe no es una óptica, sino una morfología de los colores.

Según Eberhard Buchwald, gran admirador de Goethe, existen tres planos o dimensiones que permiten al hombre acercarse a la naturaleza:
El primero es el material, el segundo es el subjetivo y el último es el reflexivo.
En el primer plano los colores existen como hecho físico, en el segundo distinguimos la diferencia entre el azul, el amarillo y el verde y en el último comprendemos que el verde es la suma del amarillo y el azul. 
Si nosotros intentamos comprender los colores como meros fenómenos, estaremos haciendo óptica en un sentido material, cuando pensamos en ellos, lo hacemos en un sentido metafísico. Enmedio de ambas posturas, los colores se presentan ante nuestros ojos sin más, el emocional.

La teoría de los colores de Goethe es un ejemplo de su opinión filosófica. Según esta opinión, nuestra psique dota al color de significado. 
El color pués es un símbolo de lo que sucede en nuestra alma
Los símbolos de lo que sucede en nuestra alma son formas verdaderas, por lo que los colores son formas verdaderas, ideas en un sentido platónico.

Los colores intensifican, compensan y se contraponen a otras ideas, creando una amalgama de polaridades. 
Para contemplar los fenómenos de la naturaleza desde un punto de vista morfológico y descubrir a los colores como ideas capaces de transformar nuestro ánimo, no necesitamos máquinas muy complicadas, sino ser capaces de “ver ideas” como dirían los metafísicos. 





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